Conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual en estudiantes de secundaria ecuatorianos
Knowledge of sexually transmitted diseases in Ecuadorian high school students
Yessenia Alexandra Tixe Manobanda1 * , Miriam Ivonne Fernández Nieto1
1Universidad Técnica de Ambato. Ciudad Ambato, Ecuador
Citar como: Tixe Manobanda YA, Fernández Nieto MI. Conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual en estudiantes de secundaria ecuatorianos. Sal. Cienc. Tec. [Internet]. 2022 [citado Fecha de Acceso]; 2:75. Disponible en: https://doi.org/10.56294/saludcyt202275
Recibido: 14 de septiembre de 2022 Aceptado: 29 de septiembre de 2022
RESUMEN
Antecedentes: las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se contagian de una persona a otra a través del contacto sexual no responsable. Objetivo: analizar la relación entre el conocimiento y el riesgo de enfermedades de transmisión sexual en estudiantes de secundaria.
Métodos: se realizó una investigación cuantitativa, descriptiva y transversal desarrollada en una unidad educativa de la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua-Ecuador, con una muestra de 250 estudiantes de bachillerato, la técnica de recolección de información fue una encuesta dirigida a conocer información sociodemográfica, conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual y sobre las prácticas sexuales.
Resultados: el 42,8 % de las personas que se encuentran en una exposición alta de riesgo tienen un nivel bueno de conocimiento, y el 9,6 % presenta un nivel de conocimiento regular; mientras que, en la población con un nivel de riesgo bajo, el 31,2 % tiene un nivel de conocimiento regular y el 16,4 % tiene un nivel de conocimiento bueno.
Conclusión: el conocimiento acerca de las enfermedades de transmisión sexual no siempre es suficiente para influir en los comportamientos sexuales de los estudiantes de secundaria.
Palabras clave: Conocimiento; Conducta Sexual; Enfermedades de Transmisión Sexual.
ABSTRACT
Background: sexually transmitted diseases are infections that are spread from one person to another through non-responsible sexual contact.
Aim: to analyze the relationship between knowledge and the risk of sexually transmitted diseases in high school students.
Methods: a quantitative, descriptive and cross-sectional research was carried out in an educational unit in the city of Ambato, province of Tungurahua-Ecuador, with a sample of 250 high school students. The data collection technique was a survey aimed at finding out sociodemographic information, knowledge about sexually transmitted diseases and sexual practices.
Results: 42,8 % of the people with a high-risk exposure have a good level of knowledge, and 9,6 % have a fair level of knowledge; whereas, in the population with a low risk level, 31,2 % have a fair level of knowledge and 16,4 % have a good level of knowledge.
Conclusion: knowledge about sexually transmitted diseases is not always sufficient to influence the sexual behaviors of high school students.
Keywords: Knowledge; Sexual Behavior; Sexually Transmitted Diseases.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades de trasmisión sexual ITS son infecciones que se trasmiten con mucha facilidad y sobre todo en poblaciones como los adolescentes que son altamente vulnerables biológica y psicológicamente.(1)
Además, los adolescentes en su gran mayoría tienen un comportamiento sexual débilmente premeditado, condicionado por el entorno social y el escaso control de adultos a lo que se suma la falta de conocimientos y experiencia que los convierte en blancos fáciles de las infecciones de transmisión sexual.(2)
Bajo este argumento, se asume que la etapa de adolescencia en la que el desarrollo puberal y social está en auge debido al interés sexual es un punto altamente vulnerable para la adquisición de enfermedades sexuales más aún cuando no existe la información necesaria en torno a la salud sexual y reproductiva. De allí que, la presente investigación se analiza los conocimientos sobre las enfermedades de trasmisión sexual en la población adolescente.
Las enfermedades de transmisión pueden definirse como un grupo heterogéneo de infecciones que se transmiten de persona a persona durante las relaciones sexuales de tipo vaginal, anal u oral.(3)
Dada la rápida transmisión de estos microorganismos actualmente se sabe que existen más de 30 bacterias, virus y parásitos de este tipo, ocho de estas están relacionadas con la máxima incidencia de enfermedades de transmisión sexual, para la sífilis, blenorragia, clamidiasis y tricomoniasis existe cura y para la hepatitis B, herpes simple VHS, VIH y el virus del papiloma humano VPH no la hay,(4) lo que representa un grave problema porque las ITS tienen profundos efectos en la salud sexual y reproductiva.
Según la Organización Mundial de la Salud diariamente más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual y hasta el 2020 se estimó la existencia de unos 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas cuatro ITS: clamidiasis (129 millones), blenorragia (82 millones), sífilis (7,1 millones) y tricomoniasis (156 millones), además de ello, se debe tomar en cuenta que el número de personas con infección genital por VHS superaba los 490 millones de contagios y más de 300 millones de mujeres padecen VPH principal fuente de cáncer uterino.(5)
En América Latina, las enfermedades de transmisión sexual también constituyen un grave problema de salud pública ya que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud el VIH afecta a unas 120000 personas cada año s además se estima que ha habido un aumento del número de nuevas infecciones en los últimos años, de los cuales los jóvenes representan un tercio del número total de personas con nuevas infecciones.(6)
Se estima además que el 23 % de las personas con VIH en América Latina desconoce su infección y aproximadamente un tercio tiene un diagnóstico tardío debido a la falta de información sobre este tipo de infecciones.(7)
En Ecuador, las enfermedades de transmisión sexual se consideran como una epidemia sobre todo por el VIH, que tiene una prevalencia nacional de 0,3 % en personas entre 15 y 49 años, en Guayas presenta la mayor concentración de notificaciones de nuevos casos con el 50,31 % seguido de Pichincha con un 10,16 %, Manabí 6,36 %, Esmeraldas 5,94 %, Los Ríos 5,72 % y El Oro 5,16 %. (8)
A razón de esta realidad en Ecuador se creó la ley de prevención integral de VIH/SIDA que sirvió para la creación del Instituto Nacional del SIDA para la prevención de las ITS y mejorar de la calidad de vida de las personas con VIH, sin embargo pese a estas acciones los casos siguen en aumento en el país, porque el tema de las relaciones sexuales en la adolescencia se caracterizan por la falta de información en los hogares, instituciones educativas y la sociedad en general donde se las maneja como un tabú y es esta falta de información la que lleva a prácticas sexuales inseguras que incrementan el riesgo de que se propaguen este tipo de infecciones.(9)
Este artículo tiene como objetivo analizar la relación entre el conocimiento y el riesgo de enfermedades de transmisión sexual en estudiantes de secundaria, de acuerdo con estudios previos, la disminución de las infecciones de transmisión sexual depende en mayor grado de los conocimientos, actitudes y comportamientos que tienen los adolescentes al momento de enfrentarse una práctica sexual.(10)
MÉTODOS
Tipo de estudio y contexto: se realizó una investigación cuantitativa, descriptiva y transversal desarrollada en estudiantes de secundaria de Ecuador.
Muestra: la investigación se llevó a cabo con una muestra de 250 estudiantes (mediante un muestreo estratificado) de ambos géneros de primero, segundo y tercero de bachillerato, correspondientes al año lectivo septiembre 2021 - julio 2022, en edades comprendidas entre 14 a 18 años.
Criterios de selectividad: fueron incluidos todos los estudiantes matriculados oficialmente en el periodo académico septiembre 2021 - julio 2022, cuyos representantes legales hayan firmado el consentimiento informado y que desearon participar en la investigación. Fueron excluidos los estudiantes que no completaron en su totalidad en instrumento de recolección o que lo hicieron de manera inadecuada.
Técnicas y procedimientos: la recolección de datos se realizó a través de una encuesta estructurada en 3 partes; la primera correspondió a información sociodemográfica (edad, etnia, sexo, curso académico), la segunda al área de conocimiento (15 preguntas) y la tercera a las prácticas sexuales (8 preguntas).
La calificación de la encuesta se realizó asignando 1 punto a la respuesta correcta y 0 cuando es incorrecta, de este modo en la sección área de conocimiento se calificó tomando como base la escala: bueno (10 a 15 puntos), regular (5-9 puntos) y malo (0-4 puntos), mientras que para el área de prácticas sexuales se consideró una conducta sexual de bajo riesgo a una puntuación ≤ 4 puntos y de alto riesgo a un puntaje mayor a 4 puntos.(11)
Aspectos éticos: se solicitó el consentimiento de los participantes del estudio, y los datos fueron preservados por la investigadora en una base de datos bajo su resguardo.
RESULTADOS
En la tabla 1 se muestra la distribución de las variables de acuerdo con las características sociodemográficas.
Del total de los 250 estudiantes, hubo un predominio de sexo femenino (n=156; 62,4 %) sobre el masculino (n=94; 37,6 %). En relación con la edad, el grupo de 17 a 18 años fue el más representativo (n=120; 48,0 %), seguido del grupo de 15 a 16 años (n=83; 33,2 %). En la etnia hubo un predominio de mestizos (n=228; 91,2 %), sobre la indígena (n=19; 7,6 %) y blanca (n=3; 1,2 %). Referente al curso, hubo una mayor cantidad de estudiantes que se encuentran cursando segundo de Bachillerato (n=92; 36,8 %), seguido por los estudiantes de Tercero de Bachillerato (n=35,2; 35,2 %) y estudiantes de primero de Bachillerato (n=70; 28,0 %).
Tabla 1. Distribución de los usuarios por datos demográficos
Conocimiento sobre las enfermedades de transmisión sexual en los estudiantes
En relación con el conocimiento general sobre las enfermedades de transmisión sexual de los estudiantes, el 59,2 % presentaron un nivel de conocimiento bueno, mientras que el 40,8 % presentó un nivel de conocimiento regular.
En la tabla 2 se muestra el nivel de conocimiento sobre infecciones de transmisión sexual según sexo, edad, etnia y curso de los estudiantes:
Tabla 2. Conocimiento y variables demográficas
Al analizar el conocimiento de acuerdo con el sexo de los estudiantes, se evidencia que la mayoría de las mujeres (40,8 %) presenta un nivel de conocimiento bueno sobre enfermedades de transmisión sexual mientras, que los hombres el conocimiento es regular en un 19,2 %. En relación con la edad, los estudiantes de 15 a 16 años (26 %) presenta un nivel de conocimiento regular y tan solo en el 7,2 % es bueno, entre los 17 a 18 años el (34,8 %) tiene un nivel de conocimiento bueno y el 13,2 % regular y en los estudiantes de 19 años el (17,2 %) tiene un nivel de conocimiento bueno y el 1,6 % regular.
Respecto al conocimiento de acuerdo con la etnia, el 0,8 % de los estudiantes blancos tiene un nivel de conocimiento regular sobre enfermedades de transmisión sexual y el 0,4 % bueno; en la etnia indígena el 7,2 % tiene conocimiento regular y el 0,4 % bueno y en la etnia mestiza (58,4 %) tiene un buen nivel de conocimiento y en el 32,8 % es regular.
Referente al nivel de conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual respecto al curso educativo se puede observar que en la mayoría de los estudiantes (20,8 %) de primero de bachillerato es regular y solo en el 7,2 % es bueno; en los estudiantes de segundo de bachillerato la mayoría (19,6%) tiene un buen nivel de conocimiento y en el 17,2 % es regular; finalmente en la mayoría de los estudiantes de tercero de bachillerato (32,4 %) el nivel de conocimiento es bueno y en el 2,8 % es regular.
Por lo tanto, existe un mayor nivel de conocimiento sobre las enfermedades de transmisión sexual en el sexo femenino, en los estudiantes de mayor edad, en la etnia mestiza y en quienes cursan niveles educativos más altos.
Prácticas sexuales en los estudiantes
Respecto a la práctica sexual de los adolescentes, se pudo conocer que el 52,4 % tiene una conducta sexual riesgosa mientras que en el 47,6 % es de bajo riesgo. Respecto a las prácticas sexuales de riesgo reportadas está que el 86 % de los adolescentes ya ha tenido relaciones sexuales y de estas el 62 % con coito, un 82 % antes de los 18 años, el 74 % ha mantenido una relación sexual con más de dos parejas y un 75 % no ha utilizado métodos anticonceptivos. En las prácticas sexuales de bajo riesgo se encontró que el 71 % ha mantenido una relación sexual con su enamorado, el 69 % no ha mantenido relaciones sexuales orales y/o anales y que el 95 % no ha visitado un prostíbulo.
En la tabla 3 se expone el riesgo de la conducta sexual según sexo, edad, etnia y curso de los estudiantes.
Tabla 3. Riesgo de la conducta sexual y variables demográficas
Fuente: Elaboración propia.
De la totalidad de estudiantes encuestados, la mayoría de sexo femenino tiene un nivel de riesgo bajo (32,4 %), y el 30 % alto; mientras que en la población masculina el 22,4 % tiene un nivel de riesgo alto y el 15,2 % bajo.
De acuerdo con la edad, entre los 15 a 16 el (32,4 %) tiene un nivel de riesgo bajo y un 0,8 % alto; entre los 17 a 18 años (34 %) tiene un nivel alto y un 14 % bajo, y, por último, en la edad de 19 años (17,6 %) tiene un nivel de riesgo alto y solo el 1,2 % bajo.
Respecto a la etnia el 0,8 % de blancos se encuentra en un nivel de riesgo bajo y el 0,4 % en alto; la población indígena presenta bajo riesgo y el 1,2 % alto y en la población mestiza la mayoría (50,8 %) se encuentra expuesto a un nivel de riesgo alto y el 40,4 % presenta un nivel de riesgo bajo.
Con relación al curso o nivel, las estudiantes de primero de bachillerato (27,2 % presenta un nivel de riesgo bajo y un 0,8 % alto, en los estudiantes de segundo de bachillerato se percibió que la mayor proporción de estos (18,8 %) tienen un nivel de riesgo bajo y un 18 % alto, finalmente, en tercero de bachillerato la mayoría (33,6 %) se encuentra en un nivel de riesgo alto y el 1,6 % en bajo.
De acuerdo con estos resultados las prácticas sexuales de alto riesgo se presentan mayoritariamente en la población masculina, de mayor edad, de etnia mestiza y de mayor nivel instructivo, se evidencia que tiene una vida sexual activa sin considerar los peligros que ello implica, pese al conocimiento teórico que existe sobre el tema.
Nivel de Conocimiento y prácticas sexuales
En la tabla 4 se muestra la relación entre el nivel de conocimiento de los estudiantes y la práctica sexual.
Tabla 4. Área de Conocimiento y prácticas sexuales
Del total de estudiantes encuestados, el 42,8 % de las personas que se encuentran en una exposición alta de riesgo tienen un nivel bueno de conocimiento, y el 9,6 % presenta un nivel de conocimiento regular; mientras que, en la población con un nivel de riesgo bajo, el 31,2 % tiene un nivel de conocimiento regular y el 16,4 % tiene un nivel de conocimiento bueno.
Con lo que se puede asumir que no existe una relación entre los conocimientos existentes sobre las enfermedades de transmisión sexual y el riesgo en las prácticas sexuales, pese a que el conocimiento es bueno esto no se evidencia en una práctica sexual responsable.
DISCUSIÓN
La etapa de adolescencia es un periodo importante de crecimiento y desarrollo de los seres humanos porque es allí donde se experimentan cambios anatómicos, fisiológicos, psicológicos y sociales que ocurren de manera rápida y que hacen que los adolescentes puedan incurrir en prácticas sexuales sin tener una adecuada información que sumada a creencias, tabús y mitos pueden desembocar en la búsqueda y curiosidad por nuevas experiencias llevando a situaciones de riesgo en el ámbito sexual, como el contagio de infecciones de transición sexual.(12)
La presente investigación se relacionó, el nivel de conocimiento sobre las enfermedades de transmisión y las prácticas sexuales que tienen los estudiantes de secundaria. Estas infecciones constituyen un problema epidemiológico y clínico de primer orden, que debe ser abordado desde la problemática adolescente para disminuir los factores de riesgo en la práctica sexual.
En la presente investigación se encontró que los estudiantes (59,2 %) presentan un nivel de conocimiento bueno acerca de las enfermedades de transmisión sexual. Resultado que discrepa de lo reportado por Rodríguez y col.(13) en cuyo estudio se encontró que solo el 19 % del grupo de estudio alcanzó conocimientos amplios y correctos acerca de las enfermedades de transmisión sexual, específicamente de VIH/SIDA y que en el resto son insuficientes.
De igual forma en el estudio de Ledesma y col.(14) se encontró que los niveles de conocimiento sobre las infecciones de transmisión sexual en los adolescentes de Lima en el 23 % son bajos, en el 54 % medios y en el 23 % altos.
Estos resultados ponen en evidencia que los conocimientos en torno a las infecciones de transmisión sexual ITS difieren de una población a otra, lo que podría hacer pensar que existe una necesidad eminente de mejorar los conocimientos de los adolescentes, para asegurar la práctica de relaciones sexuales seguras.
Pero en este punto se debe tomar en cuenta que no siempre el pleno conocimiento sobre estas enfermedades se traduce en una práctica sexual responsable, porque en el presente estudio, la mayoría (52,4 %) de adolescentes, pese a tener un buen nivel de conocimiento sobre ITS tuvo un alto nivel de riesgo en las prácticas sexuales, lo que en palabras de Álvarez(15) podría deberse a que durante esta etapa de vida confluyen varios elementos entre ellos, la elevación de hormonas sexuales que tiende a incitar el inicio sexual y la escasez de responsabilidad y experiencia que los lleva a no protegerse en sus relaciones sexuales.
Estos hallazgos son congruentes a los reportados en la investigación de Villafañe y col.(16) donde no se encontró una asociación estadísticamente significativa entre el nivel de conocimiento que fue regular (p>0,05) y los comportamientos de riesgo a nivel sexual.
De igual forma en el estudio de Madrid y col.(9) también se demostró que existe un nivel de conocimiento favorable sobre las enfermedades de transmisión sexual especialmente en torno al VIH/SIDA, sobre los modos de contagio y uso de preservativos como medida preventiva no obstante se observaron conductas de riesgo como mantener relaciones sexuales con personas que apenas conocen, sin uso de preservativos y bajo efectos del alcohol u otras sustancias lo que incrementa las probabilidades de contagio.
De ahí que se puede decir que la sola información sobre las enfermedades de trasmisión sexual no es suficiente para motivar cambios de comportamiento en la práctica sexual, sino que se debe concientizar y sensibilizar sobre la percepción del riesgo para disminuir los contagios de estas enfermedades pues a la luz de estos hallazgos los adolescentes tienden a subestimar el peligro de mantener una práctica sexual inadecuada y riesgosa.
CONCLUSIONES
En base a los resultados del estudio se pudo establecer que la mayoría de las estudiantes de la Unidad Educativa Hispano América encuestados presentan un nivel de conocimiento bueno acerca de las enfermedades de transmisión sexual, sin embargo, no podemos descuidar el grupo que no presentan un adecuado conocimiento, se ve la necesidad de crear y reforzar programas de educación sexual, que permitan concientizar a los adolescentes a mantener una salud sexual segura.
En referencia a las prácticas sexuales, se pudo evidencia las estudiantes de la Unidad Educativa Hispano América que fueron encuestados presentan prácticas sexuales de alto riesgo, debido a que iniciaron sus relaciones sexuales de manera temprana, han mantenido más de una pareja sexual y no utilizan métodos de barrera de manera frecuente lo que los hace altamente vulnerables a contraer y propagar una infección de transmisión sexual.
Por otro lado, se pudo determinar que el conocimiento acerca de las enfermedades de transmisión sexual no siempre es suficiente para influir en los comportamientos sexuales de los estudiantes de secundaria, es decir, que el conocimiento no necesariamente trasciende en la adopción de buenas prácticas de salud, especialmente entre los jóvenes, debido a otros factores, como el cambio hormonal, así como la presión de los compañeros son comunes entre los jóvenes.
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CONFLICTO DE INTERESES
La autora declara la no existencia de conflicto de intereses.
FINANCIACIÓN
La autora no recibió financiación para la ejecución de la presente investigación.
CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES
Conceptualización: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda, Miriam Ivonne Fernández Nieto.
Curación de datos: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda, Miriam Ivonne Fernández Nieto.
Análisis formal: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda, Miriam Ivonne Fernández Nieto.
Adquisición de fondos: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Investigación: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Metodología: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Administración del proyecto: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Recursos: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda, Miriam Ivonne Fernández Nieto.
Software: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Supervisión: Miriam Ivonne Fernández Nieto.
Validación: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Visualización: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Redacción – borrador original: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda.
Redacción – revisión y edición: Yessenia Alexandra Tixe Manobanda, Miriam Ivonne Fernández Nieto.